
“EL REGALO MÁS PRECIOSO QUE PODEMOS OFRECER AL OTRO ES NUESTRA PRESENCIA”. Thich Nhat Hanh.
Navidades, sinónimo de unión y conexión.
La verdad es que, hoy en día, vivimos este momento del año muy diferente.
La verdad es que, en nuestra vida cotidiana, no estamos presentes con nosotros mismos, ni cuando estamos con otras personas, y por tanto, estamos más desconectados que nunca. Vivimos alejados de nosotros mismos, de nuestras experiencias y de la gente que tenemos alrededor.
La verdad es que, generalmente actuamos en piloto automático, sin pensar, sin consciencia, con un ligero estrés y con prisa, prisa por llegar no sabemos muy bien a dónde.
Pero, quizás, este año, podamos hacer diferente. Quizás podamos intentar practicar minduflness en acción. Con la simple práctica de la consciencia, podemos darle un sentido, una presencia, a todo lo que las Navidades nos traen, sin necesidad de cambiar o arreglar nada o a nadie, sin necesidad de correr estresadamente siguiendo las reglas del consumismo.
¿Por dónde empezar?
Deja a un lado tu teléfono.
Estén completamente presente.
Párate y toma unas respiraciones profundas y lentas que te hagan volver a ti.
Mira a los ojos a la gente que amas.
Escucha con atención cuando alguien te habla.
Abandona toda expectativa
Mira a cada situación y a cada persona como si fuera la primera vez y deja que te sorprendan.
Siente momento a momento.
Descubrirás que la presencia es uno de los más precisos regalos que podemos hacernos en este momento del año.
Descubráis que la presencia añade más valor a tu vida que cualquier otro objeto material.
Mindfulness es una práctica que empieza individualmente en cada uno de nosotros, pero que se expande a la humanidad ayudándonos a conectar en momento presente con todo lo que nos rodea.
Podemos practicar mindfulness en cada momento, y para cada actividad que hagamos.
Una de las actividades donde más perdemos nuestra consciencia durante el periodo de fiestas navideñas es comer. Y esa es la razón por la que decidí escribir este post para ti, para contarte que la práctica de mindful eating o comer consciente puede ayudarnos a guardar nuestra salud durante las festividades.
La mayoría de nosotros comemos porque “es la hora de comer”, porque nos sentimos estresados, aburridos, molestos, o porque tenemos un antojo de una comida en particular.
La mayoría de nosotros comemos cuando alguien nos ofrece, sin importar si realmente tenemos hambre o no, o comemos sólo porque estamos en compañía de otra persona que también esta comiendo.
Pero muy pocos de nosotros comemos sólo cuando sentimos hambre física. En muy pocas ocasiones nos paramos a observar si nuestro cuerpo nos está mandando señales como una sensación de vacío en el estómago, o una ligera debilidad, que nos indiquen que es el momento de reponer nuestra energía comiendo.
Y durante las navidades, todavía se hace más difícil. Con todas las reuniones siempre en torno a la comida, acabamos comiendo a todas horas ignorando cualquier sensación de saciedad.
Mindful Eating nos enseña a cambiar nuestros patrones en relación a nuestra manera de comer paso a paso, a través de las herramientas del mindfulness.
Mindfulness consiste en estar atento de manera intencional a lo que hacemos, sin juzgar, sin apegarse o rechazar en alguna forma la experiencia que tengamos. Mindfulness nos lleva a focalizarnos en el presente en lugar de estar preocupados por las dificultades del pasado o la ansiedad del futuro. Es ser consciente de nuestros pensamientos, emociones y sensaciones físicas en momento presente.
De la aplicación de las técnicas del mindfulness a la acción de comer, nació el Mindful eating o comer en consciencia plena.
Por tanto, mindful eating implica prestar plena atención a la experiencia de comer y beber. Es una invitación a ser más conscientes de nuestros hábitos en torno a nuestra forma de alimentarnos, de las sensaciones que experimentamos cuando comemos y de las emociones y pensamientos que tenemos en relación con la comida.
No nos dice qué comer o que no comer. No nos indica ninguna norma o regla. No nos impone cantidades. En lugar de eso, entrena nuestra capacidad innata de escuchar nuestro propio cuerpo y sus mensajes y nos enseña a leer estas señales de manera que seamos capaces de saber por nosotros mismos cuando es el momento de comer, enseñándonos herramientas para descubrir qué es tener hambre física y qué es tener hambre emocional, y cuando debemos de parar de comer porque hemos llegado a nuestro punto de saciedad.
A partir de las muchas técnicas del Mindful Eating he resumido unos pequeños consejos para que puedas sobrevivir a estas navidades sin perder completamente el control ante la comida. Espero que puedan serte útiles.
ALGUNOS CONSEJOS PARA AYUDARNOS DURANTE LAS FIESTAS DE NAVIDAD
Mantén los horarios de comida habituales sin saltarte comidas. Cuando pasamos mucho tiempo sin comer es más difícil apreciar el sabor de nuestra comida y por tanto conectar con nuestra saciedad. Solemos comer más rápido a la búsqueda de rellenar nuestro estómago vació y generalmente comemos más cantidad, sintiéndonos hinchados al final y de la comida y con culpabilidad.
Vuelve al momento presente antes de empezar a comer. Toma tres profundas y conscientes respiraciones en silencio. Agradece, por el alimento que está en la mesa, por la persona que la preparó (aunque hayas sido tu mismo), reconoce que una vez entre en tu cuerpo será parte de ti mismo.
Alterna la atención entre estar con los amigos o familiares en el momento de la comida, con las señales internas de tu cuerpo, intentando percibir como te sientes, cuanta hambre tienes, cuan lleno te sientes… haz pequeñas pausas durante la comida para estas comprobaciones internas.
Cuando sientas que estas satisfecho, mantén la atención en el contacto social pero guarda distancia de la comida, para que el hambre de los ojos y la disponibilidad de alimentos no te haga sobrepasar los limites del cuerpo llevándote al malestar.
Es muy común en esta época del año que las personas celebren con bebidas también. Intenta percibir lo que te hace beber, ¿es el gusto de la bebida?, ¿buscas relajarte con el alcohol? ¿o buscas abrirte y ser más extrovertido? Si encuentras que es una falta de soltarte lo que te impulsa a beber alcohol, no es la bebida la que te va a dar coraje, si no que coloca una máscara en ti para representar lo que no fue cultivado internamente. Sé consciente de lo que te lleva a beber y lo que te hace seguir bebiendo. Haz elecciones que representen cuidado, y respeto de tu cuerpo.
Mantén otros hábitos saludables durante las fiestas, como hacer ejercicio, descansar, beber agua fuera de las comidas…
Recuerda que las fiestas de final de año son celebración, unión, amistad, familia, un momento para compartir. Con consciencia será posible disfrutar de estos momentos, y estar presente, para guardar en el corazón todo lo que esta época despierta para nosotros.